Me sucede algo chistoso en mi vida. Me encanta el rock, te juro que lo amo. Pero en sí, mi actitud es poco rockera, soy harto pop para mis cosillas. Me encanta el rosado, me carga vestirme de negro, y me apestan esas personas con cara de malos. Pero aún así, me gusta el rock.
Creo que este tema es el 2.0 por que ya había hablado sobre mis gustos musicales. Pero ahora lo enfocaré desde otra área, desde la actitud que uno puede tener frente a la vida.
Parece absurdo, pero es cierto que cuando uno toma actitudes frente a muchos sucesos que ocurren diariamente, es posible entender, desde una perspectiva más pareja, hechos que muchas veces pasamos por alto.
Actuamos tan despreocupados, actuamos como seres inertes que sólo nos preocupamos de nosotros mismos.
Es cierto que es bueno preocuparse de uno mismo, pero sería mucho mejor si, aparte de eso, nos fijáramos en él de al lado. Puede ser que yo no cumpla lo que exijo, pero es cierto que en una selva de cemento, como es el lugar donde vivimos, nos cuesta salir de nuestro metro cuadrado, nos cuesta reírnos por cualquier cosa sin pensar en que él de al lado, nos cuesta demostrar nuestros sentimientos, y aquellos que se emboban en eso son criticados.
Mi actitud rockera es esa, ir en contra de la corriente, no pintándome el pelo de colores, no peinándome como hombre, no queriendo parecer clon con otras personas, sino muy por el contrario, tratándome de diferenciar día a día de las chicas que pasan al lado mio, mostrar una actitud distinta, de amor a la vida, y de vivir la vida a concho, pero de otra manera, no tirándome a la basura, sino muy por el contrario, cuidándome y protegiendo mi integridad y luchando por todo lo que antes escribí.
Luchar no sólo significa perder vida sino que significa lograr algo a través del esfuerzo constante, de ese esfuerzo que comienza desde que me despierto hasta que duermo. Esa es mi lucha, esa es mi actitud rockera.
ARRE VOI
No hay comentarios.:
Publicar un comentario