9 de abril de 2007

Música para Pensar

Hoy fue un día re extraño, como que necesitaba descargar una ira que salió de la nada, de unas ganas de golpear a alguien que simplemente no entiendo (en estos casos me hace falta hacer tae kwon do).
Amanecí genial, con ganas de hacer muchas cosas y conforme al paso del tiempo se me fueron acabando las ganas y sólo queriendo llegar a la casa y dormir, dormir, dormir.
Parece que soy muy buena fingiendo, muestro una cara de felicidad cuando en realidad solo quiero llorar, pretendo demostrar lo que no soy. Mis palabras y mis escritos son los únicos que demuestran realmente quien soy.
No se por qué, siento que finjo, que disimulo, que trato de esconder lo que no es, o lo que es y no quiero que sea visto.
Es temprano, es bastante temprano, pero prefiero hacer mis meditaciones diarias ahora y no en la noche cuando la tranquilidad no es el fuerte.
Es verdad hoy andaba violenta, muy agresiva, muy no sé. Me comporté como la pendeja de octavo básico que alguna vez fui en la vida y que no quiero volver a ser, esa estúpida niña que creía que encerrándose en los cuadernos iba a encontrar la clave para resolver todo mi problema existencial. Creo que lo sigo siendo de cierta medida, pero de otra manera, ya no así, sino que algo más evolucionado.
Me gustaría volver a conversar una y otra vez, estar si es necesario todo un día conversando o en silencio frente a alguien tratando de entender la existencia de dos seres tan similares pero tan diferentes en tantas cosas, en tantos pensamientos, y no sé... seguir, darse cuenta que la diversidad es parte de todos, es parte de la existencia humana.
Música para pensar es lo que me vine escuchando todo el trayecto desde la Universidad hasta mi casa. Eso me hizo meditar mucho sobre que es lo qué quiero en la vida, qué es lo que necesito ahora, en este momento.
Ando tan deprimente últimamente que preferiría no escribir para que nadie se contagie de esta completa estupidez que ando trayendo en mi espalda.
Algo me falta, o algo me sobra, pero no sé qué es. No sé que es lo que me pide la vida ni yo lo que yo quiero de ella.
Estoy tan confundida, me han pasado tantas cosas que me han hecho cambiar la perspectiva de la vida, que no sé. Debo dejar de gastar energías en personas que no valen la pena, pero que hago si soy una estúpida enamoradiza que anda buscando a su príncipe azul que al final es una rana verde. Me siento engañada, estafada, utilizada, y muchos apelativos más que no se me vienen a la cabeza.
Amaría agarrar a palos a alguien hoy.

Si, me reconozco una niña con cuerpo de grande pensando en cuentos de hadas, duendes, bosques encantados y encantadores príncipes.


AU REVOIR

No hay comentarios.: